miércoles, 18 de julio de 2007

Los ángeles son...

(...) Los verás por la calle al caminar, en el metro, en el trabajo, en tu familia incluso es posible que tú seas un ángel. Los ángeles no son como la gente piensa, figuras casi desnudas, con alas y con cuerpo de niño y rubios. Al igual que otras muchas cosas, a los ángeles nos han puesto ese icono. Si por algo se distingue un ángel es por su personalidad. Si pudieras ver dentro de él, desborda amor hacia los demás, respeto, compasión, esperanza. Un ángel posee muchas cualidades entre ellas el ver el interior de las personas con tan solo mirarte a los ojos. De ese modo un ángel descubrirá si eres una buena o una mala persona. Por eso, cuando hablamos miramos a los ojos.

¡Ay, Amigo! cuantas cosas te faltan por aprender.
La visión que los humanos tenéis de los ángeles, para aquellos que se han parado a pensarlo, es de un ser superior, cuando es de hombres de lo que estamos hablando. Hombres que por lo general son buenos. También hay ángeles que han decidido utilizar su poder para su propio beneficio, olvidándose de todo lo demás. Un ángel se forja a sí mismo desde la niñez. Desde los primeros años de su vida, se va componiendo su carácter, escucha su voz interior y decide qué camino ha de tomar. Lo mejor de todo es que esto se hace sin pensar. Sin darte cuenta estás ahí, y miras hacia atrás y ves lo ciego que has estado durante muchos años.

Lo peor de todo esto es que la tierra está llena de ángeles que ni siquiera saben que lo son. Se miran al espejo cada mañana y no se reconocen. Hay una voz que les habla, pero no la quieren escuchar. Notan cosas en los demás pero no les dan importancia. No desarrollan sus poderes y no se dan cuenta de cual es su misión aquí en la tierra. Otros sí saben lo que hacen y el porqué, aunque no tienen conciencia de que en realidad son ángeles.

Lo mismo pasa con los "ángeles negros" los perdidos. Ellos se dan cuenta de que pueden ejercer un poder sobre los demás humanos y no dudan en utilizarlo para su propio provecho. De hecho es el camino más fácil. Simplemente hay que dejarse llevar, sin poner control, sobre los deseos más bajos y más instintivos. Así comienzan un camino sin retorno hacia la maldad.

Pero no nos detengamos aquí, aún nos queda un largo camino y te quedan muchas cosas por aprender...

1 comentario:

Lady_Ginebra dijo...

Buenos? Bueno solo es Dios ( para los ke creen) Los demás morimos en el intento